jueves, 28 de enero de 2010

Descubriento la Avenida Poesía

A las 20:30 vamos llegando sin ninguna puntualidad a nuestro habitual punto de quedada (porque las cosas buenas no cambian) para poner rumbo al céntrico y madrileño barrio de Chueca.

Tras el trayecto amenizado por conversaciones absurdas plagadas de nuestras chorradas y quejas nacidas de nuestra vida universitaria, divertidas, con tintes serios de cuando en cuando, tremendamente anecdóticas, etc. llegamos a nuestra parada. Un pequeño vistazo al plano de la zona para comprobar que el Google Maps no me ha tomado el pelo y salimos a la Plaza de Chueca, y debo reconocer que era la primera vez que pisaba aquel lugar, al que digo con toda seguridad que volveré.

Callejeamos un poco, caminando encorvados por el frio, viendo garitos y restaurantes muy pintorescos y variados (recomiendo el Outlet) hasta llegar a Libertad 8, que desde ayer ha pasado a mi lista de sitios a recomendar y al que ir a menudo.

Fuera guantes, bufandas, gorros y abrigos. El calor de la calefacción se une al humo del tabaco, al algarabío de la gente, al ir y venir de los camareros con bandejas llenas de copas...Ambientazo vaya.

Objetivo: Encontrar la mesa en la que estaban nuestros amigos. Comienzo a tararear la musiquita de Misión Imposible pero resulta que Cristina tiene vista de halcón y me toca sacarla de mi cabeza rapidamente.

Saludos, abrazos, presentaciones para Laura y tomamos asiento cerca del fondo, en una mesita que hacía esquina.

Nueva misión: Que la camarera se de cuenta de nuestra existencia y nos sirva esas cañas y un refresco light, zero o la versión 3.0 , como ella vea. Luego los lios para pagar (repito que hay cosas que nunca cambiarán).

¿Nerviosa nuestra poeta? Según ella misma dice no, ¡pero venga!, sabemos que si por tí fuera saldrias corriendo de allí. Nos ofrece leer el poema que ha seleccionado para sus 3 minutos de gloria pero yo lo rechazo, quiero que me sorprenda al recitarlo.

Entre sorbo y sorbo, foto y foto, carcajada y carcajada, comienza la presentación del Poetry Slam.

¡¡Estamos de cumpleaños!! El evento nació un año atrás. Ya decía yo que el número 1 dibujado en los globos no tenía sentido...

Leen las normas : Cada poeta tiene 3 minutos para recitar sus propias creaciones, pero no debe quedarse ahí, hay que hablar, hay que representar. Bueno, en realidad cada uno le daría el matiz que quisiera.

De modo salteado, Elo, la presentadora de la noche, va llamando al pequeño escenario del Libertad a los valientes.

Fue fantástico. Nunca había escuchado poesía de ese modo, los poetas no leen sus poesías, no recitan, no repiten, no tratan de acabar pronto con aquello por mucha vergüenza que puedan tener...Ellos viven lo que te cuentan, lo sienten, transmiten, transportan a otros mundos, a su propia cabeza, a su locura y su corazón.

Paola también lo logra. La competencia era muy dura, ella lo sabía pero no se echó para atrás. Tampoco hubiera podido hacerlo, a fin de cuentas nosotros estabamos allí respaldándola.´

Lo logró: Me sorprendió con su composición. Sencilla, clara, humana. No dejé de sonreir durante sus 3 minutos, sus 180 segundos, sus muchos versos y estrofas. ¡¡Bravo!! ¡¡Guapa!! Y aplausos hasta dejarme las palmas de las manos, como todos en realidad.

Laura también causó ese efecto en mí con su poesía.

Anoche viajé al espacio, viví historias con las que me identificaba y comprendí otras lejanas pero sinceras, lloré al desamor y reí con las ideas calenturientas, me asombré con los versos más enrevesados que haya escuchado jamás y comprobé que las rimas en alemán e inglés son posibles.

Todos merecían ganar, pero como finalistas por nivel de aplausos quedaron los apodados por nuestro grupo como "el enlaza palabras", "el negro" (con todo mi cariño, ojo) y "el primo".

Finalmente obtuvo la victoria por 26 puntos "el primo" con poemas en los que compraba buenos momentos y vendía aquellos malos o desagradables o anunciando un aparato revolucionario : el PoetiMax.

Una rápida cena de camino al Bukowski, otro local en el que había recital pero de un modo y ambiente mucho más distinto. Y vuelta a casa ya de madrugada.

Respiré poesía y me enganchó, asi que repetiré sin dudarlo.Volveré a pasear por la Avenida Poesía.

La frase de hoy se la he escuchado a Bea Soneira (espero que te haga ilu verlo cuando te pases por aquí y espero escribirlo más o menos parecido):

"Deja libre aquello que quieres. Si vuelve a tí, es que siempre fue tuyo. Si no regresa es que nunca te perteneció".

¡Buenas tardes y buena suerte!

miércoles, 27 de enero de 2010

Calle Desconocida

Hoy podía leer un obituario en elpais.com que me ha encantado:
" Deborah Howell, una periodista contra el techo de cristal"

Hablaba de esta señora que falleció atropellada con 68 años el 1 de enero. Y me ha parecido una pena que el mundo diga adiós tan pronto a alguien tan increible que llegó a ser la primera mujer directora de un periódico de ámbito estatal en Estados Unidos, ganadora de 2 premios Pulitzer y apodada "la Mujer Dragón" por su incesante lucha contra el machismo que reinaba en el mundo del periodismo en los años 60.
http://www.elpais.com/articulo/Necrologicas/Deborah/Howell/periodista/techo/cristal/elpepinec/20100127elpepinec_1/Tes
Me apetecía decirlo...Y también me apetece decir que hoy no paseo por la Calle de la Amargura. Será que las clases comienzan a acercarse más a ese mundo periodístico, que mi vida social está en pleno auge, que no tengo tiempo para el aburrimiento, lo desconozco, pero es así.

Cuando en clase nos preguntan que género es nuestro favorito para dedicarnos en un futuro...sigo dudando. Tengo un problema, ¡me gustan casi todos! Economía es el único que creo que puedo descartar tranquilamente. No lo menosprecio ni mucho menos, es que tengo claro que no es lo mío.

Pero nunca digas nunca, de este agua no beberé y este cura no es mi padre jajaja

Una frase que leí por ahí:
"La vida es cambio, el cambio es vida".
Luis Rojas Marcos.

¡¡Buenas tardes y buena suerte!!

Esta noche: Recital de poesía ^^

viernes, 22 de enero de 2010

Y a mí que me lancen cuchillos

En estos días que he pasado perdida entre apuntes, libros de los que no se entienden ni las aclaraciones, power points inservibles...Más de una vez me he replanteado si estaba haciendo lo correcto, si periodismo es lo mio, si sacrificar mi tiempo y parte de mi vida merecía la pena.

Claro, en época de exámenes todo se ve negro. Por eso en este momento creo que el sacrificio no será en vano.

Porque es a lo que me quiero dedicar el día de mañana. Es una idea que lleva en mi mente años, por la que he luchado con profesores cabezotas que decían que salir por la rama de ciencias era mejor, que humanidades no serviría de nada...

¡¡Chincha!! Porque aquí estoy,en lo que más me gusta metida.

Viendo que me quedan 4 años por delante de sufrir, de llorar, de preguntarme lo mismo cada vez que tenga que examinarme, cada vez que reciba una baja calificación, cada vez que no se valore mi esfuerzo...

Cuando me digan que pretendo acabar una carrera sin salidas...Dará igual, me aferraré a mi deseo con uñas y dientes, es así como lo quiero.

¡Ni economía conseguirá que me rinda!

¡Buenas tardes y buena suerte!

miércoles, 20 de enero de 2010

Hoy sí que puedo decir que paseo por la Calle de la Amargura, y paseo rumbo a un examen de economía que me está volviendo loca.

Le temo a suspender y quedar directamente para junio (sí, mi calendario no va adelantado, es que Bolonia es así y ya no existe septiembre como tal).

En mi caso sufro todos y cada uno de los exámenes que hago, lo lleve bien preparado o no.

Antes de entrar a la clase puedo pasar por dos estados provocados en ambos casos por los nervios :
-Si he estudiado concienzudamente y se que puedo aprobar: Repaso de modo compulsivo, trato de morderme las uñas (sin éxito), pido a la gente que se calle etc. Y es que cualquier mínima cosa me saca de mis casillas.
-En caso de creer que voy directamente a un suspenso: Enloquezco. Empiezo a decir tonterias muy variadas, a hacer chistes y chascarrillos, a bromear...Vamos, que me falta el sombrerito en forma de cono y un matasuegras para empezar a hacer una conga.

Mañana me temo que estaré sufriendo los efectos del último caso que describo.

Y esta noche no penseis que me mataré a estudiar hasta las 1000 de la madrugada o que me hincharé a Red Bull. No. A mí me da la 1 de la mañana y me piro a dormir. Porque soy de esos que dice lo típico de "Buah! Lo que no me haya aprendido ya, no lo haré esta noche". ¿De qué me va a valer morirme de sueño para suspender? Por lo menos me presento fresca al examen y trato de razonar un poco para tener, en vez de un 2, un 4, quizás roce el 5 si la Virgen María hace acto de presencia.

En fin, voy a estudiar un poco, a ver si hay algo que se pueda salvar.

¡Buenos días y buena suerte!

domingo, 17 de enero de 2010

Vamos, ¡que despegamos!

Bienvenidos queridos lectores a mi nuevo blog, en un principio lo he creado porque...bueno, por lo visto es algo que me van a mandar hacer en una asignatura del cuatrimestre que voy a comenzar en la carrera pero por otro lado...me pica la curiosidad...

He oido tanto hablar sobre los blogs y todo lo que en ellos se mueve que, ¿por qué no pasar a formar parte de este mundo?

Además, me gusta escribir, decir lo que pienso, plasmar mis reflexiones del día a día...

No es la primera vez que me meto en una cosilla de estas, lo que ocurre es que incluso las webs ,como cualquier otra cosa, acaba cayendo en el desuso.

Y para mi primera entrada, explicaré el título provisional que le he dado a este blog:
"Por la Calle de la Amargura".

Suena catastrófico, triste...Quizás no es algo que me pegue demasiado a mí, pero hace solo unos días una amiga me dijo que suelo usar mucho la frase "Me trae por la calle de la amargura".

A esto le sumo que en una conferencia a la que asistí en la universidad dijeron que en estos tiempos tener un blog es como crear y tener tu propia marca.

Quiero una "marca" tan fiel a mí misma como sea posible.

Sin más, ¡buenas noches y buena suerte!

Una frase que escuché hoy en la televisión (no recuerdo exactamente dónde ni cómo) :

>Un instante de felicidad no es suficiente para toda una vida.